Para nosotros...los eternos amantes del arte, se ha creado este pequeño espacio que lo abarca todo. Para nuestro imaginario y nuestra visión.

"Projecting Ming Games" es un blog creado en honor a todos aquellos artistas cuyos miedos, ilusiones, pasiones, ideologías y otros juegos mentales hemos tenido el privilegio de ver proyectados mágicamente en una pantalla o sentir enérgicamente despertar al abrirse el telón.

Somos dos las escribidoras...la pasión es sólo una.




jueves, 7 de julio de 2011

La Cama es la Tumba de los Sueños

Me enteré de la existencia del C.F.A navegando a lo "nómade" por Internet…mudándome  de una página a otra, buscando como loca, algún taller de actuación serio y en serio para menores de edad. 
No encontraba ninguno…ninguno que me pareciera lo suficientemente denso e intenso para mí y mis ganas de aprender a actuar de verdad. Quería que me enseñaran sobre Stanislavski y todos los que vinieron después, sobre la introspección del actor y la psicología de los personajes, lo físico y lo metafísico de la actuación, las obras y el manejo del subtexto, y sobre el comportamiento y la verdad en escena. 


Obviamente no encontré nada parecido…para mi edad. 
Para mayores de 18 descubrí en la red un lugar: el "Conservatorio de Formación Actoral del Británico" (del Centro Cultural Británico). Era perfecto, pero yo en ese momento tenía 16 años…así que migre una vez más hacia otros rincones de la web. En el ínterin me metí a un par de talleres que si bien no fueron del carácter serio que yo esperaba que sean en un principio, en ellos conocí a gente muy paja, llena de buena onda…aprendí cosas interesantes e importantes y tuve la oportunidad de poder descargar energía acumulada y aliviar la frustración que uno siente cuando no está haciendo lo que realmente desea hacer.
Pero yo quería más…y sabía que si quería estudiar actuación en serio, debía meterme a una escuela. 
En el primer día del taller de actuación que lleve en el CCPUCP, el profesor (Javier Valdés) sabiamente dijo: "No van a aprender a actuar en este taller de 3 meses, si quieren ser actores métanse a una escuela de 2 años (mínimo)" y aunque el comentario me deprimió al principio luego me hizo reaccionar y darme cuenta de que lo que debía de hacer a penas terminara ese taller era audicionar para entrar a alguna de las pocas escuelas de actuación serias y profesionales que hay en nuestro país. 
Asimilé entonces, el hecho de que acababa de cumplir 18 años y que eso era lo suficiente como para poder audicionar al Conservatorio de F.A del Británico. Estaba completamente segura de que ese era el lugar indicado para mí. Llámenlo intuición, corazonada o puro instinto…pero realmente sentí que me conectaba con el lugar y que era lo que había estado buscando. Además, el método que aplicaban en el Conservatorio era uno norteamericano y yo siempre había estado buscando un lugar en el que se basaran en los métodos que se usan en Estados Unidos que básicamente resaltan la importancia de la verdad en escena sobre todas las cosas. Siempre he odiado esos métodos actorales que se enfocan en lo externo, en lo corporal, en fingir y en sobreactuar…y creo que muchos de los talleres y las escuelas de teatro del Perú los aplican, porque lamentablemente siempre me ha parecido que esto se ve reflejado en muchas de las actuaciones que se dan en nuestro medio (generalizando) y es algo que yo trato de evitar a toda costa (por más difícil que sea). 
Quería encontrar algún lugar que compartiera mi visión sobre lo que debe de ser o significar la actuación (la profesión del actor), lo que debe de tratar de lograr el actor en escena;  y que a su vez, tuviera un alma fresca, moderna e incluso "rebelde"…(nada de "escuela antigua").
Uno de los talleres a los que me metí antes del Conservatorio fue al de la Universidad de Lima, donde el profesor a cargo era Leonardo Torres Vilar, pero en ese entonces lo estaba reemplazando su papá (Leonardo Torres Descalzi) así que a Leonardo (Torres Vilar) nunca lo llegué a conocer en el taller de la universidad. Sin embargo, hubo gente que me habló sobre él y el método de enseñanza que aplicaba. En general, me dijeron que era un excelente profesor, pero el más común de todos los comentarios fue el de que era muy estricto, que se tomaba muy en serio su chamba y que incluso podía llegar a ser demasiado directo, lo que a mi (como ser masoquista que soy) me entusiasmo aún más.
Como cosa del destino, un día vi un anuncio en Facebook de la convocatoria del C.F.A del Británico y automáticamente me metí para ver cuales eran los pasos a seguir si uno quería dar la audición. Ya lo tenía decidido, por más miedo que me diera...quería probarme a mi misma si tengo o no, lo que se requiere y que alguien que yo admiro como Leonardo, sea el encargado de decírmelo. Lo primero que tuve que hacer fue un C.V básico y llevarlo al Británico para inscribirme. Lo hice, y me dijeron que pronto me llamarían para comunicarme la fecha y hora de la audición. Lo siguiente, era conseguir 2 monólogos, ambos contemporáneos (nada de Shakespeare). Uno cómico y el otro dramático. No encontraba ninguno…pero luego se me ocurrió (para el dramático) utilizar un pedazo de una escena, de una obra que me apasiona y obsesiona: "Las brujas de Salem". El cómico fue el que más difícil me fue de conseguir, pero finalmente decidí usar el monólogo de "Roxie" del musical de Broadway "Chicago". Luego de algunas semanas me llamaron del C.C para decirme que la audición se daría el sábado 12 de marzo, temprano en la mañana (dentro de 3 días). Se me paró el corazón. La verdad es que no me preparé mucho para la audición…obviamente memoricé la letra de ambos monólogos y la dije con énfasis un par de veces sola en mi cuarto pero no planee mucho lo que iba a hacer, básicamente porque mi vida es una eterna improvisación caótica…Así que llegó el día y como psicosomática que soy, me dieron nauseas y dolor de estómago, además de la conocida sensación de "ahogo en el aire" que nos da cuando estamos a punto de salir al escenario y las clásicas palpitaciones aceleradas. Lo "normal", en realidad…
Finalmente llegué a donde yo creía que tenía que llegar (al Centro Cultural del Británico), pero me dijeron que tenía que ir a una casona que estaba "en la esquina, a la derecha" que era, en realidad,  donde se encontraba el Conservatorio de Formación Actoral. Llegué entonces, 5 minutos antes de la hora indicada, entré y vi a un chico sentado, hablamos un instante y de inmediato me llamaron para que entrara al salón donde daría la audición…me despedí del chico y ambos nos deseamos suerte. Entre al salón y encontré a Leonardo sentado esperándome. Me senté con él y enseguida comenzó a mirar mi curriculum y a hacerme preguntas como "¿Por qué elegiste el Conservatorio...?", etc. Terminó la breve pero amena entrevista y entonces me dijo: "Bueno, adelante…" Me paré y comencé primero con el monólogo dramático para luego terminar con el cómico. Como siempre, me trabé , olvidé la letra y todo pasó rapidísimo. Al final, Leonardo me dijo que me iban a llamar la próxima semana si mi audición era satisfactoria, pero le dije que justo esa semana iba a estar de viaje y le pedí  por favor que me mandaran un mail. Me dijo que no había problema. Me despedí agradeciendo y salí caminando hacia el Kennedy, como siempre insatisfecha e insegura, y reproduciendo la "escena" en mi cabeza una y otra vez…hasta que me di cuenta de que me había olvidado mi gancho. Fui corriendo a recogerlo, lo encontré y Leonardo hizo una broma al respecto. Cuando salí de nuevo vi al chico al que había saludado al comienzo, que acababa de terminar de dar su audición. Lo llamé gritando y nos fuimos conversando hacia el C.C, comentando sobre cómo nos había ido en la audición. Los dos nos sentíamos insatisfechos e inseguros, pero no nos atrevimos a hacer ninguna predicción radical respecto a los resultados. Le deseé suerte de nuevo y me fui pensando que probablemente no iba a ingresar pero que si no lo lograba esta vez quizás lo intentaría el próximo año porque Leonardo me había caído excelente y el lugar me había encantado...sentía realmente que era ideal para mí, que era el lugar indicado...


Ya de viaje, en Estados Unidos, estuve revisando mi correo todos los días y nada. Pasaron semanas y nada…
Me comencé a preocupar e incluso llegué a tener una pesadilla en donde no ingresaba al Conservatorio y le suplicaba a Leonardo para que me admitiera. La incertidumbre es lo peor
Después de un largo día de caminatas e "idas y venidas", regresé al departamento de mi tío, donde nos estábamos quedando, y como todos los días, abrí la laptop y entre directamente a mi correo. Esta vez había uno nuevo y era del Conservatorio de Formación Actoral. El corazón se me subió a la garganta y dejé de respirar. Apreté la mandíbula y di "click":
"Estimados participantes: Les escribo para informarles que su audición ha sido satisfactoria y que han superado la primera etapa de selección del Conservatorio de Formación Actoral. En breve, nos comunicaremos con ustedes para la segunda etapa que consiste en un examen psicológico."
Lo leí una y otra vez para tratar de asimilarlo. Me paré de un salto y con un par de lagrimones en los ojos fui corriendo a abrazar a la primera persona que se me cruzara en el camino. No podía estar más emocionada. Fue una sensación increíble. Eso es "felicidad"
Luego, cuando comenzaron las clases, me encontré nuevamente con el chico del día de la audición, que también había ingresado.
Definitivamente, dar la audición para entrar al C.F.A ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida (sin exagerar). El Conservatorio ha influido en mi vida de manera radical, ha cambiado mi forma de pensar y de sentir y ha ampliado el panorama que tenía con respecto a la actuación y al comportamiento humano…y lo seguirá haciendo. Personalmente, le recomendaría a todo el mundo que estudiara actuación durante un periodo de tiempo, porque uno no solo aprender a ser actor sino, ante todo, a ser persona. A "ser" un ser humano íntegro, que se conoce y reconoce enteramente, se acepta y quiere. El estudio de la actuación te invita a explorar y descubrir tus propias aristas, y te obliga a enfrentarte a tus infinitas máscaras para que, finalmente, y una vez que te hayas liberado de estas, poder utilizar una ajena
El Conservatorio es una opción maravillosa y la única en el Perú que se encarga de enseñar el método de "Sanford Meisner" (para mí, el mejor), gracias a la experiencia que adquirió Leonardo cuando se fue a estudiar actuación a Nueva York.  


El mejor y más sincero consejo que le podría dar a alguien que tiene las mismas aspiraciones que yo y que siente lo mismo que yo respecto a la actuación o al arte en general es que se atreva. Que sea valiente y se atreva a hacer y a ser lo que realmente desea con todas sus fuerzas…De nada sirve soñar si nos impide vivir.
La cama es la tumba de los sueños...

- Malena Newton

3 comentarios:

  1. Que paja Male, yo también recuerdo el día que fui a dar el casting, súper nervioso. Me encanta ese amor por el teatro, esa pasión, esas ganas de salir adelante, es genial de tu parte Male. Ahora es hora de aprender y de absorver todo, como una esponja, el conservatorio es un lugar que ha dado y nos dará un gran giro en nuestras vidas,
    Un abrazo, Abel Enríquez.

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  2. así es, Abelito...pienso lo mismo. cuidate!

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  3. qué lindo, Malena!
    y Abel, tú fuiste el chico de mi audición jajaja :)

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